Salida de Valencia tras cargar la auto con ropa, comida, bicis y piragua a las 16 h. aprovechamos el viaje para visitar y conocer a la hija de Rosa y Sefo, Mar; así que paramos en Vinaroz para ir a su casa.
Después de cenar en su casa nos fuimos dirección a la desembocadura del río Ebro, a Ruimar, donde aparcamos junto a dos autos más y después de cenar, nos fuimos a dormir.
28 NOVIEMBRE – RUIMAR
Tras dormir placidamente toda la noche en este lugar tan tranquilo y paradisiaco, nos despertamos a las nueve de la mañana, para desayunar y esperar la llegada de unos buenos amigos, Sergio, Mª José y Marc. Llegaron a las 11h desde Barcelona y tras la alegría y los saludos pertinentes, decidimos coger las bicis para hacer una ruta hacia el puerto que salen los barcos hacia la desembocadura, para después ir dirección al paseo dunar de la urbanización Ruimar.
Las dunas son una pasada, están totalmente vivas, no en vano habían tapado parte de las pasarelas que dan acceso a la playa. Marc y Mar se lo pasaron pipa retozándose y corriendo por ellas, así que decidimos ir a por las autos para traerlas a ese lugar y comer en unas mesas de picnic que había en la misma playa.
Pasamos una tarde estupenda, charlando mientras los niños jugaban. 
A media tarde decidimos ir a Deltebre para comprar algunas cosas a Mercadona y tras la compra fuimos a cenar y dormir a Ruimar otra vez.
A media tarde decidimos ir a Deltebre para comprar algunas cosas a Mercadona y tras la compra fuimos a cenar y dormir a Ruimar otra vez.29 NOVIEMBRE RUIMAR – VALENCIA
Quedamos para salir después de desayunar a las diez de la mañana aunque el tiempo no acompaño, ya que estaba bastante nublado. Decidimos ir a al pueblo donde pensamos ir a comer, El Poblenou de Deltebre. Tuvimos que cruzar el Ebro con el trasbordador de la Cava, toda una experiencia que ya habiamos hecho en nuestro anterior viaje pero que decidimos repetir.
Cogimos las bicis y los patines y nos fuimos al paraje de la Encanysada donde se encuentra la oficina museo de la casa de Fusta. Tras la visita de parte del museo, fuimos a observar aves desde el observatorio y viendo la hora que era y que no nos daba tiempo a hacer la ruta que gira la tancada (humedal) de la Encanysada, decidimos dejarla para una próxima visita.
Nos fuimos otra vez al pueblo ya que era la hora de ir a comer, menuda comidota en Can Faiges, Fideua, arroz con sepia y alcachofa y caldereta de arroz con caldo de .
Después de la comida, y cerca de las 5 de la tarde no tuvimos más remedio que despedirnos de nuestros amigos, no sin antes quedar para próximos encuentros, probablemente una calçotada en Baix.
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